Vicaría de pastoral

El Obispo Diocesano para el buen gobierno de su Diócesis nombra un Vicario. Episcopal de Pastoral con la misma potestad ordinaria que por derecho universal compete al Vicario General y que sea como el Coordinador ejecutivo de todas las acciones referentes a la vida pastoral de la Diócesis y, sirva a la vez, como animador del Plan diocesano de pastoral (Cf. Canon 476).
En nuestra Diócesis el Vicario de Pastoral es el encargado de animar las diferentes Comisiones de Pastoral para que impulsen la realización de los objetivos, metas y programas de sus respectivas áreas de pastoral y de coordinar las diferentes iniciativas pastorales en íntima comunicación con el Obispo y el Consejo Diocesano de Pastoral.

Funciones

• Planear la actividad pastoral de la diócesis con las herramientas que se consideren oportunas y apropiadas.
• Garantizar la aplicación del plan diocesano de pastoral con la programación anual en las diferentes instancias y organismos de pastoral.
• Monitorear y acompañar el trabajo pastoral que adelantan las parroquias y las distintas instituciones diocesanas. La vicaría de pastoral debe motivar, animar y orientar la labor pastoral que los sacerdotes, religiosas y laicos realizan en sus respectivos campos de trabajo.
• Coordinar el trabajo pastoral de las áreas y sus respectivas delegaciones. Los delegados de pastoral son colaboradores inmediatos del Vicario Episcopal de Pastoral y, por tanto, a él le corresponde conocer, orientar y apoyar el trabajo pastoral que cada delegado adelanta en su respectivo campo.
• Analizar de manera permanente el acontecer pastoral de la diócesis, brindando información oportuna al Obispo sobre la realidad pastoral y los retos y exigencias pastorales de cada momento.
• Buscar nuevos caminos (métodos y expresiones pastorales) para responder adecuadamente a las necesidades pastorales emergentes.
• Coordinar los encuentros del Consejo Diocesano de Pastoral.
• Ser responsable inmediato, en comunión con el señor obispo y con el equipo de pastoral de la ejecución de la Nueva Evangelización. Se mantiene en diálogo permanente con la Red Nacional de Nueva Evangelización.
• Visitar periódicamente las vicarías foráneas, para colaborar en el desarrollo de la Nueva Evangelización.
• Impulsar y mantener vivo al presbiterio para que conozca la nueva evangelización y descubra que es un llamado del Espíritu Santo, del Papa y de los obispos latinoamericanos.