Por, Gerardo Andrés Guayacán Cruz
El Jubileo de 2025 se acerca, y con él, la oportunidad de vivir una experiencia espiritual única. Bajo el lema «Peregrinos de la Esperanza», el papa Francisco nos invita a prepararnos para este Año Santo de la Iglesia universal con “fe intensa, esperanza viva y caridad operante”.
El Jubileo, instituido por Bonifacio VIII en el año 1300, “ha sido siempre un evento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. Durante este tiempo especial, los fieles tienen la oportunidad de acceder al tesoro espiritual de la Iglesia, atravesando la Puerta Santa y venerando las reliquias de los Apóstoles Pedro y Pablo”. Es un momento de renovación espiritual, perdón de los pecados y búsqueda de la misericordia divina, —un momento de gracia—. Este Jubileo no será una excepción, sino que promete ser una experiencia de gracia y bendición para todos los que participen.
Como en todos los Jubileos, el camino de preparación espiritual es fundamental para vivir plenamente este Año Santo. “El Papa nos recuerda que el Gran Jubileo del año 2000 comenzó su preparación seis años antes, con la entrega de la Carta Apostólica “Tertio Millennio Adveniente” [A medida que se acerca el tercer milenio]”. En el caso del Jubileo, también se espera un tiempo de preparación significativo. Este camino nos invita a reflexionar sobre nuestra fe, a fortalecer nuestra esperanza y a ejercer la caridad en nuestras vidas diarias.
Los últimos años que hemos vivido han sido especialmente desafiantes para la humanidad. La pandemia afectó a todos los países y cambio nuestra forma de vida. Las parroquias, escuelas, fábricas, oficinas, etc., han tenido que reinventarse, y hemos experimentado la incertidumbre y la fugacidad de la existencia. La guerra en Ucrania, en Palestina, el hambre, la desigualdad, la falta de oportunidades, etc., son fenómenos que afectan a la humanidad. Sin embargo, en medio de estos desafíos, el papa Francisco nos invita a “mantener viva la llama de la esperanza y a mirar al futuro con confianza y amplitud de miras”. Él mismo, invita a renovar la esperanza y confianza en Dios, conociendo la doctrina del Concilio Vaticano II, específicamente contenida en las cuatro Constituciones: «Dei Verbum [Palabra de Dios], Sacrosanctum Concilium [Sobre la Sagrada Liturgia], Lumen Gentium [Luz de los pueblos] y Gaudium et Spes [Alegría y Esperanza]», promoviendo así la oración individual y comunitaria.
El lema elegido para el Jubileo es, «Peregrinos de la Esperanza», que refleja la llamada del Romano Pontífice a “renovar nuestra esperanza y confianza en Dios”. El Papa reconoce la difícil situación de los refugiados y de aquellos que se ven obligados a abandonar sus tierras. Este Jubileo será una oportunidad para mostrar solidaridad y compasión hacia ellos, recordando que todos somos peregrinos en este mundo en busca de la esperanza y la salvación.
El Papa ha confiado al presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, Monseñor Rino Fisichella, la responsabilidad de organizar el Jubileo y de asegurar que se viva con el mayor fervor. Esta peregrinación hacia el Año Santo nos fortalecerá en nuestra fe y nos ayudará a ser verdaderos testigos de Cristo en el mundo.
Antes de que comience oficialmente el Jubileo de 2025, el papa Francisco propone dedicar un año entero a la oración. Este año de preparación 2024, —Año de la Oración—, será una oportunidad para agradecer a Dios por sus hechos y alabar su obra en la creación. La oración nos ayudará a fortalecer nuestra relación con Dios y a vivir la contemplación en la acción. Será un tiempo para expresarle a Dios nuestras intenciones y confiar en su guía.
Durante el Jubileo, la reconciliación ocupará un lugar central. El perdón de los pecados y la indulgencia serán expresiones de la misericordia de Dios. Además, el Papa nos invita a buscar la reconciliación en nuestras relaciones personales y sociales. Este Jubileo nos recordará la importancia de perdonar y construir la paz, tanto en nuestra vida personal como en la sociedad en general.
Estará marcado el Jubileo por una serie de eventos culturales que enriquecerán la experiencia de los peregrinos. Exposiciones, conciertos y otras actividades ofrecerán la oportunidad de explorar la riqueza cultural y artística de Roma y de profundizar en la fe. Además, la peregrinación será una parte fundamental del Jubileo, permitiendo a los fieles recorrer los caminos jubilares en Roma.
El Jubileo contará con un logo y un himno especial. El logo reflejará el tema de: «Peregrinos de la Esperanza» y transmitirá la belleza y la profundidad de la fe. El himno, por su parte, será una melodía inspiradora que nos acompañará durante todo el Año Santo, invitándonos a vivir con alegría y esperanza: “Llama viva para mi esperanza, / que este canto llegue hasta ti, / seno eterno de infinita vida, / me encamino, yo confío en ti.”
El papa Francisco destaca la importancia de la unidad en la diversidad dentro de la Iglesia. Durante el Jubileo, se enfatizará la necesidad de superar las divisiones históricas y de trabajar juntos como hermanos en la fe. El Año Santo nos recordará que, a pesar de nuestras diferencias, somos todos parte de la misma familia de Dios y que juntos podemos construir un mundo mejor.
A través de la peregrinación, la oración y la reconciliación, podremos experimentar la gracia y la misericordia de Dios de una manera especial. Este Año Santo será para nuestra iglesia Diocesana de Duitama-Sogamoso, en comunión con las demás iglesias particulares, una invitación a ser testigos de Cristo en el mundo y trabajar juntos por un futuro lleno de esperanza y unidad. Que el Jubileo de 2025 sea un tiempo de renovación espiritual y de encuentro con la gracia divina. Encuentro con Jesucristo, Dios y Señor Nuestro.
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